Ambientado en el Siglo I a.C., en pleno auge del Imperio Romano, este drama de tintes históricos -aunque la crítica lo ha vapuleado por sus errores- nos presenta la historia de Spartacus (Andy Whitfield, ‘The Clinic’, ‘Gabriel’ -primera temporada- y Liam McIntyre, ‘The Pacific’ -segunda temporada). El personaje principal de la serie se muestra como una revisión del Espartaco originalmente interpretado por Kirk Douglas en la película de 1960, dirigida por Stanley Kubrick.

Spartacus es un tracio cuya existencia, en un principio, está marcada por el yugo de la esclavitud romana y, posteriormente, cambia de forma radical cuando este es capturado por Cayo Claudio Glabro (Graig Parker, ‘El Señor de los Anillos’, ‘La leyenda del buscador’) y condenado a morir en la arena a manos de gladiadores. Mientras tanto, la mujer de Spartacus, Sura (Erin Cummings, ‘Mad Men’, ‘Pan Am’, ‘Detroit 1-8-7’) es vendida como esclava sin que este conozca su paradero. Su única vía de supervivencia será convertirse en esclavo y luchar como un gladiador por su vida.

Pronto se muestra la valía del tracio cuando este acaba con sus verdugos en la arena donde iba a ser ejecutado. A petición popular, y para la calamidad de Cayo Claudio Glabro, la vida de Spartacus es perdonada y su cuerpo -que no su alma- vendido a Lentulus Batiatus (John Hannah, ‘La momia’, ‘Cuatro bodas y un funeral’), que posee una escuela de gladiadores. Desde entonces, se traslada al espectador al violento mundo de la arena, los gladiadores y la pasión de Spartacus por recuperar a su amada. La serie está caracterizada por un alto contenido de violencia y sexo.