Tiberius parece un niño amargado y destrozado, después de haber tenido que golpear hasta la muerte a su camarada Sabinus, arremetiendo contra los verdaderos cobardes supervivientes. El padre Marcus Craso envía a su amante a engatusar a su heredero con vino y ternura, pero el bribón opta por violar al «simple» esclavo a modo de compensación. El senador Metellus es ignorado cuando pregunta groseramente por qué el ejército no se ha movido sobre Sinuessa, pero pronto lo verá. Spartacus pone a prueba la leal paciencia de Cricus hasta el punto de ruptura al dejarlo atrás durante las redadas en los suministros de alimentos de Craso, anuncia que navega en los barcos de Heracleo a Sicilia y …