Tras la tragedia de la recepción del embajador, Racheton y William deben regresar a Francia. Desafiando a sus superiores, William se queda en Marruecos para seguir buscando a la familia Jebli. Driss está decidido a vengarse del hijo de Benali y recuperar él mismo el control de las tierras familiares, a expensas de sus tíos, que no están contentos con esta toma de poder.