William Shatner, Leonard Nimoy y el resto de la tripulación del USS Enterprise, alcanzan cotas muy elevadas en una de las más aplaudidas e intrigantes aventuras de la saga Star Trek. Estamos en el siglo XXIII y un misterioso poder alienígena amenaza la Tierra, evaporando los océanos y destruyendo la atmósfera.

En un frenético intento para salvar a la humanidad, Kirk y su tripulación viajan en el tiempo y regresan al San Francisco de 1986, encontrándose con un mundo de punks, pizza y autobuses de cambio exacto que resultan ser tan alienígenas como todo lo que se han encontrado en los lugares más recónditos de la galaxia. Una misión emocionante y repleta de acción para la nave espacial Enterprise.

Corre el año 2286. Una gran sonda cilíndrica atraviesa el espacio mientras envía una señal indescifrable que logra desactivar la energía de las naves espaciales que pasan junto a ella. Cuando esta llega a las proximidades de la órbita terrestre, su señal causa la desactivación de la red energética mundial provocando simultáneamente terribles tormentas planetarias y otra serie de sucesos catastróficos.

El comando Starfleet envía una señal de auxilio y un aviso urgente para que otras naves no se acerquen. Mientras tanto, en el planeta Vulcano, los oficiales formadores del USS Enterprise se mantienen viviendo en un impuesto exilio (tras los acontecimientos que tuvieron lugar en «Star Trek III: En busca de Spock»). Acompañados del vulcaniano Spock, que aún se está recuperando de su resurreción, la tripulación se hace con la nave Klingon Bird-of-Prey y dirige su rumbo a la Tierra para exigir responsabilidades tras la destrucción de la nave Enterprise. Star Trek IV: The Voyage Home.