Han escrito a Megumi para que vaya a Kioto a tratar a los heridos y ella asiste inmediatamente. Un mes después, todos están sanando favorablemente. Mientras Aoshi pasa todas las mañanas en el templo, los demás van al Shirobeko (la versión de Kioto del Akabeko de Tokio) y allí se encuentran a Chō, quien fue liberado por la policía y exonerado de su expediente a cambio de trabajar como espía para beneficio del gobierno. Chō les cuenta a todos sobre el destino de cada uno de los miembros del Juppongatana, quienes impresionaron al gobierno con sus habilidades y fueron perdonados. Henya trabaja como espía aéreo en el ejército. Saitsuchi siendo un habilidoso hombre para las negociaciones, trabaja con el ministro de relaciones exteriores.