Mientras Kenshin, Misao, Kaoru y Yahiko continúan hacia Kioto, Sanosuke continúa entrenando para fortalecer sus habilidades, pero parece extraviarse en el camino. En ese momento, conoce a un misterioso monje budista quien utiliza una técnica destructiva que impresiona a Sanosuke y le anima para que le enseñe. La técnica es denominada Futae no Kiwami, la cual tiene un impacto de doble golpe con un solo puño y es tan poderoso que es capaz de volver polvo el objeto más sólido en una fracción mínima de segundos. Con tal de dominar la técnica, Sanosuke le propone al monje que logrará aprenderla en un lapso de 7 días, pero este le advierte que es técnicamente imposible hacerlo en tan poco tiempo, aun así Sanosuke no da marcha atrás y comienza a practicar.