Una caída de un cocotero le da a Gilligan una nariz inflada y un ego desinflado. Cuando Gilligan decide que quiere que el profesor realice una cirugía plástica en su nariz, el profesor finge realizar la cirugía y, en cambio, confía en el tiempo de recuperación detrás de los vendajes para permitir que baje la hinchazón. Cuando finalmente se quitan los vendajes, ¡Gilligan decide que está feliz con su vieja nariz!