Mientras que el joven Yōto trata a un Tsukasa enfermo, el joven Tsukushi, junto con Tsukiko, acceden a visitar a su madre una vez más después de que Yōto los persuade. En la mansión, los jóvenes Tsukushi y Tsukiko visten la ropa que su madre hizo a mano. Sabiendo que su madre los amaba, el joven Tsukushi se lamenta por querer tener recuerdos con su madre. El Yōto más joven reprende a Tsukushi, pero, no obstante, le da sus preciosos recuerdos con Tsukasa por su bien al desearle al dios gato, lo que hace que el Yōto actual se olvide de conocer a los Tsutsukakushis y Emi en el pasado. Mientras tanto, Yōto y Tsukiko regresan al presente. Después de regresar a la mansión, Tsukushi decide no ir a Italia y luego, Yōto y Tsukiko comparten un beso. Días después, Yōto, junto con Tsukiko, Tsukushi, Azusa, Emi,