Hibiki ingresa en cuidados intensivos en la sucursal de Tokio de JP. Mientras los invocadores de demonios miran, Io no puede evitar sentirse responsable de su condición actual, aunque Jungo y Airi la consuelan. Mientras tanto, Botis y Bilfrons visitan a Alcor, el primero de los cuales intenta atacarlo debido a su postura de apoyo hacia los humanos. Fumi actualiza los teléfonos de JP con un software capaz de convocar demonios más fuertes. Al día siguiente, Io, Daichi, Airi, Jungo y Hinako desayunan juntos en un solo momento de paz y se presentan oficialmente. A medida que intercambian correos electrónicos, todos reciben simultáneamente los clips de muerte de los demás. De repente, el último Septentrione: Benetnasch aparece y destruye la barrera de Sapporo con un solo ataque permitiendo que el Vacío consuma la región. Como Fumi describe que posee las habilidades de sus predecesores, las regiones de Osaka y Nagoya son aniquiladas cada una con una sola explosión. Luego, Yamato les ordena a todos que comiencen la operación.