Los supervivientes de la Compañía B se refugian en una comisaría abandonada, lo que les proporciona una forma de escapar de los nazis que han rodeado el edificio. Al cabo de un rato encuentran una mujer encerrada en una de las celdas, pero no es una mujer corriente. Divorciado y solo, Clark Wilson encuentra un dedo en la calle y lo lleva a casa. Pronto se convierte en una pequeña criatura parecida a un lagarto y hace lo que Clark quiere cuando Clark quiere incluso matar a sus enemigos.